“La jugarreta más horrible que podrías hacerle a un individuo sería convencerlo de que pasa por todo esto sólo una vez y que nunca tiene otra oportunidad. Que nace en el mundo y luego muere. Y después de morir, está muerto para siempre. Jamás tendrá otra oportunidad.
“Entonces, cualquier cosa que pierda es terriblemente importante para él; cualquier cosa en la que fracase lo lamentara horriblemente. Puedes mantener a un individuo en la parte más baja de la Escala Tonal demostrándole que sólo tiene una oportunidad, que no tiene ninguna clase de supervivencia en absoluto como identidad personal. …
“Así que el individuo recorre una muerte pasada, recorre una vida pasada. De repente reconoce algo, como relámpago. Súbitamente se reparan todos sus recuerdos por toda la línea temporal, y de pronto dice: ‘¿Oye?, ¡he vivido muchas veces!’. Caray, esto significa que tendrá otra oportunidad.
“Es como sacar a un condenado de una celda y decirle: ‘¡hay luz del día!’”
“Entonces, cualquier cosa que pierda es terriblemente importante para él; cualquier cosa en la que fracase lo lamentara horriblemente. Puedes mantener a un individuo en la parte más baja de la Escala Tonal demostrándole que sólo tiene una oportunidad, que no tiene ninguna clase de supervivencia en absoluto como identidad personal. …
“Así que el individuo recorre una muerte pasada, recorre una vida pasada. De repente reconoce algo, como relámpago. Súbitamente se reparan todos sus recuerdos por toda la línea temporal, y de pronto dice: ‘¿Oye?, ¡he vivido muchas veces!’. Caray, esto significa que tendrá otra oportunidad.
“Es como sacar a un condenado de una celda y decirle: ‘¡hay luz del día!’”
— L. Ronald Hubbard